Así se llama a las palabras variables que delimitan o definen el significado de los sustantivos o elementos sustantivados, concordando en género y número con ellos.
Son determinantes:
Los artículos definidos (el, la, los, las, lo) y los indefinidos (un, una, uno, unas).
Los adjetivos determinativos (números cardinales –cero, uno, veinte, cien/to, mil/un millar, millón…– y ordinales –primero, segundo, undécimo, vigésimo…–; posesivos –mi, nuestra, tu, tuya, su, suyo…–; demostrativos –este, esta, esa, aquellos…– o indefinidos –uno, escasas, alguna, demasiado, todo, muchos, varios…–).
Otros determinantes son exclamativos (¡Qué, cuánta…!), interrogativos (¿qué, cuántos, cuáles…?) o relativos (cuanto).
Tipos de determinantes
Definidos e indefinidos. En los definidos la situación de los sustantivos es identificable por los interlocutores a partir de los artículos o adjetivos (el camión, esta camisa, su bolígrafo); y en los indefinidos, no de manera específica (un camión, una camisa, unos bolígrafos) e incluyen a las cantidades indeterminadas (“Vinieron bastantes niños”).
Demostrativos. Señalan un sustantivo y lo identifican en función de la distancia espacial o temporal que lo separa del hablante (esta camisa, esa/aquella camisa).
Exclamativos e interrogativos. Permiten construir expresiones exclamativas (¡Qué idea! ¡Qué cosas dices!) o interrogativas (¿A qué hora? ¿Qué libro te gustó más?).
Relativos. Desempeñan una función sintáctica en la oración subordinada que introducen y tienen antecedente expreso o implícito (“Resolverá cuantas dudas surjan”).
También hay verbos que toman la función de determinantes, al regir a otros formando oración con ellos. Ejemplo: “Quiero (determinante) venir (determinado)”.

Dudas más comunes
En cuanto a concordancia, si el sustantivo es masculino, la normativa recomienda que el artículo también lo sea. Esto aplica a numerales o números cardinales como miles, cientos/centenares o millones (“los miles de personas”, “unos centenares de mujeres”, “esos millones de denuncias”); sin embargo, cuando un sustantivo determinado por estos numerales es femenino y lo acompaña un adjetivo, la concordancia puede ser tanto en masculino si modifica al numeral (“los miles de personas reprimidas”) como en femenino si modifica al sustantivo (“las miles de personas reprimidas/hectáreas arrasadas/casas construidas, camisas planchadas…”).
Hay que evitar la omisión indebida de los artículos. Ejemplo: “El tumor ya ha provocado metástasis en el hígado y [en] el pulmón”).
Cuando no es necesario, el artículo indefinido debe suprimirse (“Juan es un albañil”, “Mi novio tiene un cierto parecido con…”).
En ciertos casos el posesivo de tercera persona “su” puede ser sustituido (“Se limpió [las] sus manos con [el] su pañuelo”) o, en construcciones con el adjetivo “mismo”, sustituirlo (“Se convocó a los representantes y a [sus] las familias de los mismos”. Y ante ambigüedades, se recomienda un cambio de redacción o de orden (“El arquitecto habló [de su proyecto] con los coordinadores de su proyecto”).
Los posesivos pueden complementar a sustantivos u otras palabras, como en “de parte suya”, “en contra mía”, pero no ser determinantes o adyacentes de adverbios o locuciones adverbiales (“detrás nuestro”/“detrás de nosotros”, “encima mío”/“encima de mí”, “delante suyo”/“delante de él/ella”).
La palabra “sendos” es un determinante distributivo y no significa “ambos” sino “cada uno” (“Maradona y Pelé metieron sendos goles desde la media cancha”), por lo que es incompatible con cualquier otro determinante.
Imagen: pexels-Jasmine Carter, Bess Hamiti. Fuentes: Diccionario RAE, Fundéu, Guía práctica del español, Universidad de Cataluña.