Los textos bien corregidos siempre ayudan a cualquier propósito, y un buen comienzo es estar en el lugar correcto.

Gramática

Ortografía

Redacción

by | Dic 8, 2022 | Gramática

El predicado

Mientras el sujeto es el bloque de la oración que menciona a personas, animales o cosas que llevan a cabo una acción (es decir, qué o quién la realiza), el predicado expresa esa acción (mediante el verbo, su elemento principal), una característica o una situación de ellos.

El predicado es simple si consta de una palabra (“Gabriela canta”) o una perífrasis verbal (dos verbos –verbo auxiliar conjugado más infinitivo o gerundio–): “Voy a ir”, “Gabriela está cantando”, “Estoy estudiando”, “Sigo esperando”).

Es predicado compuesto si tiene uno o varios núcleos verbales (“Gabriela canta y baila en la obra de teatro”). 

Se le llama predicado nominal si contiene un verbo copulativo (ser, estar o parecer). Ejemplo: “Este toro de Miura es pinto”.

Elementos del predicado

El verbo

Es el núcleo del predicado, puede ser sólo un verbo o una perífrasis verbal (también llamada verbo perifrástico).

Concuerda con el núcleo del sujeto (sustantivo) en número (singular o plural) y persona (yo, tú, él/ella, nosotros, ustedes, ellos), y puede ser complementado por adverbios. Ejemplo: “Lucía caminó rápidamente”.

Este núcleo puede o no estar acompañado por modificadores como:

El objeto directo

En él recae de manera directa la acción del verbo. Responde a la pregunta ¿qué? y por lo general se trata de pronombres y sustantivos. “Raúl compró un auto” (¿Qué compró? Un auto).

El objeto directo puede ser sustituido por los pronombres lo, la, los, las, antes o después del verbo. “Raúl lo compró / Cómpralo”.

Cuando el objeto directo se antepone a los otros elementos de la oración, puede repetirse con un pronombre. Ejemplo: “El maestro Juan imparte la clase de inglés en su casa / La clase de inglés la imparte el maestro Juan en su casa”.   

Las oraciones con verbos transitivos (verbos que requieren un objeto directo para que la oración tenga sentido, “Raúl compró [un auto]”) pueden pasar de activas (el sujeto hace la acción) a pasivas (el sujeto recibe la acción). En estos casos el objeto directo se convierte en sujeto y el verbo principal en participio, añadiendo el verbo ser en pretérito (“Raúl compró un auto / Un auto fue comprado por Raúl”, “El Senado aprobó la Ley de Seguridad Interior / La ley de Seguridad Interior fue aprobada por el Senado”).

El objeto indirecto

Recibe la acción del verbo de manera indirecta, a través de las preposiciones a o para. Responde a las preguntas ¿a quién? o ¿para quién? El objeto indirecto puede ser sustituido por los pronombres le o les, los cuales se convierten en se (para evitar la cacofonía) cuando los acompañan los pronombres lo, la, los, las del objeto directo.

Ejemplo: “Mi hermano construyó muebles de madera (OD) para mi mamá (OI)/ Mi hermano los construyó muebles de madera para mi mamá / Mi hermano [le] se los construyó”.

Complemento circunstancial

Expresa las circunstancias en las que se lleva a cabo la acción del verbo. Responde a preguntas como ¿en dónde? (lugar), ¿cuándo? (tiempo), ¿cuánto? (cantidad), ¿cómo? (modo), ¿con qué? (instrumento), ¿con quién? (de compañía), ¿por qué? (de motivo) o ¿para qué? (de finalidad).   

Ejemplos:

El maestro Juan (S) imparte (V) la clase de inglés (OD) en su casa (CC) a sus alumnos de sexto (OI)/ La clase de inglés la imparte el maestro Juan en su casa a sus alumnos de sexto / La clase de inglés se las imparte el maestro Juan en su casa a sus alumnos de sexto.

“El hijo mayor de la vecina, Sutanito, prepara (núcleo del predicado o V) bien (adverbio) todas las tardes (CC) su uniforme (OD) para la escuela (OI)”.

Fuentes: PEAC, Diccionario del Español de México. Imagen: pexels-Chevanon-photography.

¿Qué es la gramática?

Esta rama de la lingüística estudia la estructura del lenguaje o de una determinada lengua; todos sus distintos elementos y combinaciones, la manera en que se relacionan para formar textos y los significados de ellas. Es decir, cómo están constituidos los escritos y el sistema que permite crearlos e interpretarlos.

Comprende dos áreas principales: la morfología (la estructura de las palabras, cómo se han formado, y sus variaciones internas, por ejemplo su clasificación en sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios, preposiciones…) y la sintaxis (la manera en que estas palabras se combinan, su disposición lineal en oraciones y los significados que permiten).

Una correcta sintaxis evita vicios del lenguaje como ambigüedades (frases o interpretaciones que tienen más de una interpretación), cacofonías (repetición exagerada de un mismo sonido en una frase), barbarismos (pronunciar o escribir mal las palabras, o utilizar vocablos impropios), modismos (usar frases hechas cuyo significado no es posible deducir), solecismos (alteraciones en el orden sintáctico), entre otros, a fin de formar expresiones y conceptos claros.

La fonética, por su parte, mediante un alfabeto, ortografía o sistema de transcripción trata de establecer idealmente una relación biunívoca (uno a uno) entre los sonidos del habla y su representación gráfica. Un fonema es representado por un grafema y siempre se manifiesta únicamente por él, aunque hay varias excepciones en el español, como la “h”, que no representa a ningún fonema, pero recientes préstamos de otras lenguas, como “hámster”, la expresan con un sonido aspirado. O el caso del fonema “k”, al que le corresponden tres grafemas distintos, “c”, “q” o “k”, como en “corazón”, “quiosco” o “kilo”. La “x”, en su caso, se pronuncia como “ks” en “taxi”.

En un punto de vista más general, podría decirse que hay tres tipos de gramática: la que por su uso natural conoce cualquier nativo de una lengua; la descriptiva, que no entra en consideraciones de qué es lo correcto o no, sino sólo toma nota de una lengua tal como la usan los hablantes, con todas sus variaciones; y la normativa, de la que hemos hablado más arriba.

Cuando revisa un texto, el corrector de estilo percibe erratas, errores de concordancia, fallas de puntuación, aplica recursos tipográficos, unifica criterios (corrección ortotipográfica), errores de contenido (corrección de concepto, según la temática), aumenta la riqueza del vocabulario, señala vicios del lenguaje y cuida la coherencia y claridad de ideas, la fluidez y el goce de la lectura, siempre respetando la manera de redactar del autor. No es una labor fácil, por ello se requiere de experiencia y conocimiento.

You have Successfully Subscribed!

¿Necesitas mejorar un escrito?

¿Necesitas mejorar un escrito? ¿Que un experto revise tu tesis, una novela, el libro que terminaste, una revista, tu publicación, suplementos? El corrector de estilo no sólo detecta errores y faltas de ortografía; añade valor al texto para que cualquier mensaje cumpla su cometido: comunique ideas, emocione con historias, informe al lector o cautive a un determinado público.

You have Successfully Subscribed!

Credibilidad y coherencia

You have Successfully Subscribed!

Abrir chat
QUIERO PREGUNTAR