Los textos bien corregidos siempre ayudan a cualquier propósito, y un buen comienzo es estar en el lugar correcto.

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conjunciones cuales son

by | Jul 9, 2021 | Gramática

Conjunciones, ¿cuáles son?

Estas palabras aportan cohesión al lenguaje; son invariables, no tienen significado propio, y se utilizan para introducir oraciones subordinadas (subordinantes) o enlazar vocablos o secuencias sintácticamente equivalentes (coordinantes).

Se clasifican de la siguiente manera:

Conjunciones subordinantes

Conjunciones adversativas

Unen palabras u oraciones cuyos sentidos se oponen parcial (pero, mas, sino, no obstante, sin embargo, con todo) o totalmente (aun cuando, aun así, aun sin, incluso si, a pesar de, en cambio, por el contrario). Ejemplos: “Estamos en verano, pero hace frío”; “Tengo ganas de verte, mas debo entregar el proyecto”; “No me ofreces soluciones sino más problemas”; “No entendió la explicación a pesar de que se la expliqué mil veces”; “Los candidatos obtuvieron miles de votos, con todo no pudieron ganar”; “Te quedó muy bonito, sin embargo, lo entregaste tarde”; “No aceptaría el cargo incluso si hoy mismo me lo ofrecieran”; “Obtuvo la medalla aun cuando nadie lo esperaba”.

Conjunciones causales

Introducen oraciones subordinadas que indican la causa o motivo de algo a partir de la oración principal. Las más representativas son porporque (o el conector que, cuando presenta valor causal) y pues. Ejemplos: “Nos casamos porque nos amamos”; “Date prisa, que llegamos tarde”; “No te vayas pues tengo algo que decirte”; “La calle está enlodada por la lluvia que cayó”.

También funcionan como conjunción las locuciones conjuntivas causales ya que, con motivo de, a causa de, puesto que: “Ponte el sombrero ya que hace mucho sol”; “Haremos una fiesta con motivo de su nacimiento”; “No podemos comprar puesto que no trajimos dinero”.

Conjunciones comparativas

Introducen el segundo término en una relación de comparación y son que y como: “Ella juega futbol como una profesional”; “Tú bailas mejor que él”.

Conjunciones completivas

Introducen oraciones subordinadas sustantivas (desempeñan funciones propias de un sustantivo o grupo nominal). Son que (en ocasiones también como) y, en cierto tipo de oraciones interrogativas indirectas, si. Ejemplos: “La verdad es que no quiso venir”; “Aún no informan si está lista la habitación”; “Agradezco a los que me han ayudado”; “Dinos si te interesa participar en la obra”; “Les pido por favor que me disculpen”; “La maestra me preguntó si había hecho la tarea”.

Conjunciones concesivas

Parecidas a las adversativas, introducen oraciones subordinadas que expresan algún tipo de objeción, dificultad u obstáculo que limita una acción. Las más usuales son por más que, pese a queaunque. Ejemplos: “Ganaste la competencia aunque no entrenaste nada”; “Pese a que estaba muy enfermo logró recuperarse”; “No se carga mi celular por más que lo tengo conectado”; “Llegué tarde aunque salí de casa temprano”.   

Conjunciones condicionales

Introducen oraciones subordinadas que expresan una condición que debe cumplirse o no para llevar a cabo la idea principal. La más representativa es si; otras son a menos que, siempre que, en caso de, a no ser que, a condición de. Ejemplos:Si te esfuerzas al estudiar, aprobarás la materia”; “Te vas a aburrir si no sales a bailar”; “Si conoce el número de extensión, marque ahora”; “En caso de que (siempre que) (a menos que) (a condición de que) no llueva, iremos al parque”.

Conjunciones consecutivas

Unen oraciones que expresan causa y deducción o causa y consecuencia; son luego o la locución así que: “Pienso, luego existo”; “Tengo mucho trabajo, así que (de modo que) (por consiguiente) (por lo tanto) (en consecuencia) no iré a la fiesta”. 

En las construcciones consecutivas intensivas, la conjunción que introduce la oración subordinada consecuencia de la principal resaltada con los intensificadores tan, tanto, tal (o el determinante cada). Ejemplos: “Puso tanta sal en la ensalada que no había quien se la comiera”; “El sonido está tan bajo que no se oye nada”; “Hay cada conductor imprudente que no te puedes confiar al atravesar la avenida”; “Dice cada cosa que es imposible hacerle caso”; “Es tal su miedo que no se atreve a entrar”.

Conjunciones finales

Introducen oraciones subordinadas para señalar la finalidad o el objetivo de la oración principal (para quea fin de que, con el objetivo de, con el propósito de). Ejemplos: “Cerré la puerta con llave para que (a fin de que) estemos seguros”; “Pedí comida a domicilio con el propósito de que podamos continuar ensayando”.  

Conjunciones coordinantes

Conjunciones copulativas

Enlazan dos elementos de la misma jerarquía estableciendo entre ellos relaciones de adición (y/e) o sustracción (ni): “Te traje el cilantro y los jitomates que me pediste/Te traje los jitomates y el cilantro que me pediste”; “No te traje el cilantro ni los jitomates/No te traje los jitomates ni el cilantro”; “Padres e hijos están invitados al festival”; “No quiere ni puede hacerlo”; “No le gustan las manzanas, las peras ni los plátanos”.

Conjunciones explicativas

Plantean el mismo significado pero de manera distinta (es decir, mejor dicho, esto es, quiero decir, o sea, es más): “La maestra canceló el examen, es decir, sí te puedo acompañar al cine”; “La bicicleta tiene las llantas ponchadas, o sea, no la podemos usar”; “Tengo un resfriado muy fuerte, quiero decir, deberás reemplazarme en el partido”; “Me canceló la cita, es más, ni siquiera me contestó el teléfono”.

Conjunciones disyuntivas

Expresan dos opciones que no pueden efectuarse a la vez (o/u). Ejemplos: “¿Quieres ir al parque o sólo a caminar?”; “Debes escoger entre una u otra”; “¿Prefieres ir al cine o al teatro?”; “¿Quieres té, café o manzanilla?”. En ciertos casos la o también tiene valor copulativo (“En este cajón puedes guardar carpetas o cuadernos –es decir, una u otra cosa, o ambas a la vez”–), por eso se desaconseja el uso de la fórmula y/o, salvo si es imprescindible para evitar ambigüedades en contextos muy técnicos.

La conjunción O

Además de su valor disyuntivo o copulativo (elegir entre la alternativa de dos opciones o la suma de ellas), también expresa equivalencia (“Los hipocampos o caballitos de mar se alimentan principalmente de pequeños crustáceos”) y en una enumeración puede señalar sólo unos cuantos ejemplos de entre los varios posibles (“Acudieron a la fiesta muchos famosos, como periodistas, actores o futbolistas”).

Cuando la siguiente palabra después de esta conjunción comienza con el sonido “o”, se sustituye por u (“Tendrá siete u ocho años”, “Tendrá 7 u 8 años”, “Minutos u horas”, “700 u 800”, “Los hornos antiguos eran o circulares u ovalados”), y no se tilda entre cifras (3 o 4) pues es monosílaba átona, es decir, se pronuncia sin acento, y además “o” es inconfundible con el número 0.

La conjunción Y

Su nombre es “i griega” (la Ortografía de la lengua española plantea unificarla como “ye”) y su plural es íes (o en su caso posible “yes”). No se acentúa por considerarse consonante y como conjunción copulativa toma la forma e ante palabras que después de ella empiezan con el sonido /i/ (“Necesito aguja e hilo”, “Escriba su teléfono e e-mail (por pronunciarse en inglés la e de e-mail como [i]–), aunque hay algunas excepciones, por ejemplo cuando al sonido /i/ le sigue una vocal con la que forma diptongo (“La mesa es de madera y hierro”) o si se hace tónica y adquiere un valor adverbial en oraciones interrogativas (“¿Y Inés?” [= ¿Dónde está Inés?]).

Para comprender el uso de la coma o del punto y coma con las conjunciones puedes dar clic aquí.

Imágenes: pexels-pixabay, pexels-mart-production, pexels-mathias-reding. Fuentes: Diccionario panhispánico de dudas, Diccionario de la RAE, Español al día RAE.

¿Qué es la gramática?

Esta rama de la lingüística estudia la estructura del lenguaje o de una determinada lengua; todos sus distintos elementos y combinaciones, la manera en que se relacionan para formar textos y los significados de ellas. Es decir, cómo están constituidos los escritos y el sistema que permite crearlos e interpretarlos.

Comprende dos áreas principales: la morfología (la estructura de las palabras, cómo se han formado, y sus variaciones internas, por ejemplo su clasificación en sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios, preposiciones…) y la sintaxis (la manera en que estas palabras se combinan, su disposición lineal en oraciones y los significados que permiten).

Una correcta sintaxis evita vicios del lenguaje como ambigüedades (frases o interpretaciones que tienen más de una interpretación), cacofonías (repetición exagerada de un mismo sonido en una frase), barbarismos (pronunciar o escribir mal las palabras, o utilizar vocablos impropios), modismos (usar frases hechas cuyo significado no es posible deducir), solecismos (alteraciones en el orden sintáctico), entre otros, a fin de formar expresiones y conceptos claros.

La fonética, por su parte, mediante un alfabeto, ortografía o sistema de transcripción trata de establecer idealmente una relación biunívoca (uno a uno) entre los sonidos del habla y su representación gráfica. Un fonema es representado por un grafema y siempre se manifiesta únicamente por él, aunque hay varias excepciones en el español, como la “h”, que no representa a ningún fonema, pero recientes préstamos de otras lenguas, como “hámster”, la expresan con un sonido aspirado. O el caso del fonema “k”, al que le corresponden tres grafemas distintos, “c”, “q” o “k”, como en “corazón”, “quiosco” o “kilo”. La “x”, en su caso, se pronuncia como “ks” en “taxi”.

En un punto de vista más general, podría decirse que hay tres tipos de gramática: la que por su uso natural conoce cualquier nativo de una lengua; la descriptiva, que no entra en consideraciones de qué es lo correcto o no, sino sólo toma nota de una lengua tal como la usan los hablantes, con todas sus variaciones; y la normativa, de la que hemos hablado más arriba.

Cuando revisa un texto, el corrector de estilo percibe erratas, errores de concordancia, fallas de puntuación, aplica recursos tipográficos, unifica criterios (corrección ortotipográfica), errores de contenido (corrección de concepto, según la temática), aumenta la riqueza del vocabulario, señala vicios del lenguaje y cuida la coherencia y claridad de ideas, la fluidez y el goce de la lectura, siempre respetando la manera de redactar del autor. No es una labor fácil, por ello se requiere de experiencia y conocimiento.

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