Estas expresiones exclamativas, que son invariables, están formadas por una palabra o más y se utilizan para manifestar sentimientos profundos (sorpresa, asombro, amor, dolor, molestia, etc.), impresiones súbitas, reacciones afectivas, inducir a una acción, influir en el interlocutor o como fórmula de saludo o despedida.
Tipos de interjecciones
Interjecciones propias | Su composición fonética es simple, no ejercen ningún otro papel gramatical y no derivan de otras palabras. Por ejemplo: ¡eh! (rechazo, sorpresa), ¿eh? (consulta), ey o ¡hey! (saludo, llamar la atención), aaah (placer, descanso), ¡ah! (asombro), ¡oh! (admiración, asombro), ¡ea! (para animar o estimular), ¡uf! (cansancio), ¡bah! (desdén), ¡ay! (dolor), ay (dolor, sorpresa), ¡hola! (saludo), ¡adiós! (despedida), ¡uy! o uy (burla, sorpresa), uh (desilusión, desdén), ¡ojalá! (deseo), hala (sorpresa), ¡yupi! (júbilo). |
Interjecciones impropias | Se utilizan como interjecciones pero tienen origen en formas nominales (¡Dios santo!, ¡Madre mía!, ¡Anda ya!, ¡Ni modo!, ¡Vaya por Dios!, ¡Oh, cielos! (dos interjecciones seguidas), ¡Vaya problema!, ¡Hasta pronto!, ¡sanseacabó!, ¡Ay de mí!, ¡Ahí va!), adjetivos (¡genial!, ¡bravo!, ¡formidable!, bueno (aprobación, para contestar el teléfono), ¡magnífico!, ¡estupendo!), verbos (¡vaya!, ¡dale!, ¡oye!, ¡oiga!, ¡venga!, ¡cuidado!, ¡socorro!, ¡basta!), adverbios (¡rápido!, ¡bien!, ¡adelante!, ¡atrás!), sustantivos (¡caracoles!, ¡demonios!, ¡ojo!, ¡recórcholis! (interjección eufemística), ¡carajo! (contrariedad), ¡hombre!, ¡diablos!, ¡cielos!, ¡caramba!) u onomatopeyas (¡zas!, ¡pum!, ¡miau!, ¡puaj! o ¡puah! (asco, desagrado), ¡plas! o ¡paf! (bofetada). |
Pueden formar enunciados en sí mismas o insertarse en otro conservando su autonomía; se aíslan con coma (“Hola, ¿cómo estás?”, “Bah, no te preocupes”, “Ay, cómo me duele”, “Está lloviendo, carajo”, ¡Yupi, qué buena suerte!).
Cualquier palabra o grupo de ellas puede funcionar como interjección si actúa de manera aislada y la acompañan signos de admiración.
En las redes sociales, sobre todo las de mensajería instantánea, suelen utilizarse interjecciones que, a la par de emoticones (símbolos formados por signos del teclado) o emojis (imágenes o íconos digitales), enfatizan de manera coloquial su significado mediante la repetición de sílabas, por ejemplo ja (risa irónica o sardónica que no expresa alegría), jaja (risa sincera) o jajaja (carcajada), o de letras (epaaaaa, buaaaaa, buuuuu). Otros tipos de “risas” son jejeje (risa cómplice), jojojo (risa socarrona) o jijiji (risa traviesa).
Imagen: pexels-Daisy Anderson. Fuentes: Ortografía de la lengua española (2010), Diccionario de la Real Academia Española, Diccionario panhispánico de dudas, Observatorio de palabras RAE.