Tras la exclusión de los dígrafos ch y ll (un dígrafo es un conjunto de dos letras o grafemas que representan un solo fonema) el abecedario del español lo conforman 27 letras (22 consonantes y cinco vocales), que son las siguientes: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z.
Aunque estos dígrafos han dejado de formar parte del abecedario, no significa que hayan desaparecido del sistema gráfico del español. Al ser combinaciones de dos letras, las palabras que comienzan con ellos o los contienen siguen usándose igual que antes: ch en representación del fonema /ch/ (chico [chíko]) y ll del fonema /ll/ o /y/ (calle [kálle, káye]).

En cuanto a los nombres de las letras, la Ortografía de la lengua española plantea su unificación. Actualmente y debido a la tradición en las diferentes regiones hispanohablantes algunas tienen una denominación particular. Por ejemplo, en México solemos identificar a la i como “i latina” y a la y como “i griega” –lo cual de ninguna manera es incorrecto, pues la lengua la hacemos los hablantes–, letras para las que en un proceso de convergencia la academia propone utilizar los nombres “i” y “ye” respectivamente.
A la b labial (su sonido se produce con ambos labios) llamarla sólo “be”, y en el caso de la v labiodental (se produce con el labio inferior y dientes superiores), “uve”. Así, la w ya no se pronunciaría “doble u”, sino “uve doble”.
Respecto a la ortografía, sugiere cambiar la escritura de algunas palabras. Por ejemplo, “Iraq” pasaría a “Irak” porque la letra q sólo representa al fonema k en la combinación qu antes de e e i, de modo que en el caso de Iraq significaría una incongruencia con la normativa.
Lo mismo con Qatar, quórum o quásar, términos en los que la RAE propone la sustitución de la q por c (Catar, cuórum, cuásar).
¿Es una letra la arroba?
La arroba (@) no es una letra, un signo lingüístico, sino un símbolo, por lo que desde el punto de vista normativo es incorrecto su uso como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina de ciertos sustantivos.
Aunque visualmente parece incluir las letras a y o en su trazo, no es válido utilizarla para evitar las repeticiones del llamado lenguaje inclusivo con el fin de hacer explícita la alusión a los dos sexos, por ejemplo “ciudadan@s” en lugar de “ciudadanas y ciudadanos”, pues además se generan inconsistencias como en los casos “las ciudadan@s”, “los ciudadan@s” o “Día del Niñ@” pues ya los artículos señalan un sexo que entra en contradicción con la intención de la arroba.
Imágenes: Katie Rainbow, pexels. Fuentes: RAE, Ortografía de la lengua española (2010).