En términos gramaticales, este tipo de palabras anteceden a los sustantivos (o a cualquier otra categoría que pueda ser sustantivada) y señalan su género (femenino o masculino) y su número (singular o plural).
Por ejemplo, en “Las flores son bonitas” el artículo indica que el sustantivo es femenino y plural (flores). O en “El cantar de los pájaros”, “cantar” es un verbo sustantivado y el artículo indica que es masculino y singular.
Hay artículos definidos (el, la, los, las, lo) o indefinidos (un, una, unos, unas).
- Los definidos le dan al sustantivo el sentido de un referente particular, ya identificado o conocido (se da como supuesto) por el interlocutor (“¿De qué está hecha la materia?”, “¿Qué te pareció el pozole?”, “¿Fuiste a la fiesta?”, “¡El perro se salió, alcánzalo!”), o el sentido de un referente genérico (“El perro es el mejor amigo del hombre”, “El árbol es el pulmón del planeta”, “El hombre es un ser racional”).
- Los indefinidos, por su parte, permiten a los sustantivos referirse a elementos cualquiera de un conjunto. Ejemplo: “Un señor y una señora preguntaron por ti hace rato”.

Aplicaciones de los artículos
En una enumeración en la que hay sustantivos con género y número distintos, se deben colocar los artículos. Ejemplo: “Socios, solicito reunirnos para analizar las necesidades y los logros de la empresa. Debemos acordar las acciones, el tiempo y la manera de incrementar nuestras utilidades”. Pero en oraciones con símbolos de porcentaje, se omite el artículo antes de la cifra. Ejemplo: “En la encuesta, 97% de los infectados reconocieron la importancia de las vacunas, 2% aún no creen en ellas y 1% desconocen qué son” (no se suprime en “El cuatro por ciento de…”).
El artículo “el” no lleva tilde, a diferencia del pronombre personal “él”.
Ciertos nombres propios de países o ciudades incorporan el artículo: El Cairo, La Habana, La Paz, Las Vegas, El Paso o El Salvador. Cuando no es así, la tendencia es omitirlo: (el) Congo, (los) Estados Unidos, (la) India, (el) Líbano, (el) Perú, (el) Senegal, (el) Uruguay…
Los nombres de ríos, montes, mares y océanos llevan artículo: la Amazonia, el Orinoco, los Alpes, el Himalaya, el Mediterráneo, el Pacífico, etcétera.
La preposición “a” y el artículo “el” se contraen en “al”, como en “Vamos al mercado”, “¡Al agua, patos!” o “Es un homenaje al Púas Olivares” (el artículo de los apodos o sobrenombres se escribe con minúscula). La preposición “de” y el artículo “el” se contraen en “del”, como en “Son los sinsabores del amor” o “Ese cuadro es del Greco”. No sucede así cuando los artículos forman parte de un nombre propio. Ejemplos: “Iremos a El Cairo de vacaciones”, “Es una escena de El señor de los anillos”, o en casos como “Rodrigo Díaz de Vivar es conocido con el sobrenombre de el Cid”.
Salvo algunas excepciones (“la árabe”), ante sustantivos femeninos que inician con “a” tónica, los artículos “la” o “una” se cambian por “el” o “un”. Ejemplos: “el/un (algún, ningún) área”, “el/un águila”, “el/un alza”, “el/un arma”, “el/un áula”, “el/un hacha”, “el/un acta”, “el/un hada”, “el/un alma”, “el agua”, “el hambre”, “el harpa”. Pero no si entre el artículo y el sustantivo se interpone otro elemento, como un adjetivo (“la cristalina agua”, “la afilada hacha”, “la veloz águila”).
El artículo puede diferenciar el significado de un sustantivo, de ahí que al escribir es necesario utilizarlo de manera correcta de acuerdo con el sentido del texto. Un ejemplo es la palabra “radio”, pues no es lo mismo “la radio” (la radiodifusión, el medio de comunicación) que “el radio” (el aparato radiorreceptor, el elemento químico o la distancia del centro a cualquier punto de una circunferencia). Tampoco son lo mismo “la cólera” (ira, enojo)/”el cólera” (la enfermedad).
Debido a su capacidad de sustantivar adjetivos (“lo malo”) y ciertas oraciones de relativo (“lo que está mal”), el artículo “lo” suele ser considerado neutro.
Imágenes: Sussane Jutzeler, pexels-pixabay. Fuentes: Diccionario del Español de México, Diccionario panhispánico de dudas, Manual de criterios editoriales, Ceneval, RAE/AALE. Nueva gramática de la lengua española.