Estas palabras carecen de contenido léxico propio y hacen las veces de sustantivos; se aplican para referirse a personas, animales u objetos sin mencionarlos a fin de evitar su repetición. Varían en género y número para adaptarse al sustantivo que sustituyen.
Se clasifican de la siguiente manera:
Pronombres demostrativos
Indican distancia respecto de la persona que habla o escucha:
Cercanía | éste, ésta, esto, éstos, éstas |
Distancia media | ése, ésa, eso, ésos, ésas |
Lejanía | aquél, aquélla, aquello, aquéllos, aquéllas |
Ejemplos: “Aquella es mi bicicleta”, “Quiero aquélla“, “Este es listo”, “Por favor lleva estos platos a la cocina” o “¿Qué es eso en el cielo?”.

¿Se acentúan los pronombres demostrativos?
Aunque la Ortografía de la lengua española recomienda no tildarlos, o sólo en casos de ambigüedad, la Academia Mexicana de la Lengua sí respalda su acentuación gráfica.
La ambigüedad puede darse entre un pronombre y un adjetivo demostrativo pues se trata de las mismas palabras pero con funciones distintas. Ejemplos: “Te compré dos bolsas: aquélla [pronombre] que está envuelta, y aquella otra [adjetivo que modifica a la voz otra]”, “¿Por qué compraron aquéllos libros usados? [hace referencia a los estudiantes del otro salón]” o “¿Por qué compraron aquellos libros usados? [los que están sobre la mesa]”, “Esta corbata es mía / Mi corbata es ésta”, “Aquellas rosas son para ti / Aquéllas son tus flores” o “Aquel sombrero me gusta / El sombrero amplio es mejor que aquél”.
Así, aunque de acuerdo con las reglas de acentuación, este, ese, aquel, sus femeninos y plurales, son palabras que no llevan tilde por ser graves terminadas en vocal o en s; o, en el caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta de n, s, o vocal, la Academia Mexicana de la Lengua indica que “deben acentuarse cuando cumplen la función de pronombres (éste es tonto, aquéllas son divertidas, ése es el mío, etc.) y deben prescindir de la tilde cuando son adjetivos (este niño, esa mujer, aquellos libros, etcétera)”.
Respecto del acento diacrítico, la Real Academia Española considera que no aplicaría porque fue creado para diferenciar palabras tónicas de palabras átonas idénticas (por ejemplo mas, conjunción adversativa, y más, adverbio de cantidad) y en este caso se trata únicamente de palabras tónicas.
No obstante, la Academia Mexicana de la Lengua, como en el caso del adverbio sólo, considera que el acento diacrítico sí aplica en los pronombres demostrativos pues, en su sentido más amplio, “sirve para dar a una letra o palabra un valor distintivo”, diferenciándolos de los adjetivos demostrativos, de modo que, como hemos señalado, sí recomienda ponerles tilde.

En su caso, los pronombres esto, eso y aquello nunca se acentúan. La razón: no tienen un correspondiente adjetivo, por tanto una tilde diacrítica no aplica.
Pronombres exclamativos
Reemplazan al sustantivo al expresar emociones, sentimientos o reacciones:
qué, cuán, quién, quiénes, cuánto, cuánta, cuántos, cuántas. |
Ejemplos: “¡Quién se lo podía imaginar!”, “¡Cuánta razón tiene!”, “¡Qué se habrá creído!” o “¡Cuánto tarda en llegar!”.

Pronombres interrogativos
Permiten, sin acompañar al nombre, preguntar sobre un aspecto de lo que se está hablando:
qué, quiénes, qué, cuál, cuáles, cuánto, cuántos, cuánta, cuántas. |
Ejemplos: ”¿Qué hay de nuevo en tu vida?”, “¿Cuáles son tus cualidades?”, “¿Cuánto te debo?”, “¿Cuántos has leído?”.

Pronombres indefinidos
Expresan de manera imprecisa cantidades, objetos o personas:
un, uno, una, unos, unas; poco, poca, pocos, pocas; algo, todo, toda, todas, todos, nada; escaso, demasiado, demasiados, demasiadas; algún, alguien, alguno, alguna, algunos, algunas; ningún, ninguno, ninguna, ningunos, ningunas; mucha, mucho, muchos, muchas; nadie, otro, otros, cualquiera, quienquiera… |
Ejemplos: “Sírveme poco”, “Me gusta algo esa camisa”, “Vinieron demasiados”, “¿Viste a alguien?”, “No vino nadie” o “Cualquiera puede hacerlo”, “Coloqué algunas sobre la mesa”.

Pronombres posesivos
Denotan pertenencia o posesión:
mío, mía, míos, mías; tuyo, tuya, tuyos, tuyas; suyo, suya suyos, suyas; nuestro, nuestra, nuestros, nuestras… |
Ejemplos: “Ese lápiz es mío”, “Aquella casa es nuestra”, “Los tuyos son mejores”, “La suya cuesta más”, “El robot de mi amigo es metálico, el mío es de plástico”…

Pronombres personales
Hacen referencia a alguna de las tres personas gramaticales.
De sujeto. Pronombres tónicos que designan a los participantes en el discurso:
yo, tú, él, ella, nosotros, nosotras, ustedes, ellos, ellas. |
Ejemplos: “Tú corriste muy rápido”, “Ella comió peras”, “Nosotros vamos a ir a la fiesta” o “Ustedes son muy profesionales”.
De complemento con preposición. También son pronombres tónicos:
mí, ti, él, ella, ello, nosotros, nosotras, ustedes, ellos, ellas y el reflexivo sí. |
Ejemplos: “El libro es para mí”, “Tu hermana sólo piensa en sí misma”, “¿Qué voy a hacer sin ti?”, “Luego de dos minutos volvió en sí”…
A veces el antecedente es una paráfrasis implícita: “Siempre te ayuda la confianza [que tú tienes] en ti mismo”.
Clíticos. Pronombres átonos que, por carecer de independencia fónica, se unen con el elemento tónico (siempre un verbo), al que siguen (enclíticos) o anteceden (proclíticos):
me, te, nos, lo(s), la(s), le(s) y el reflexivo se. |
Ejemplos: “Ya te lo he dicho”, “Ahora me arrepiento”, “El maestro nos vio”, “Escúchelos, pero no les crea nada de lo que dicen”, “María se peinaba”, “A veces me pregunto si me amas”, “Rita se bañó”, “A ustedes, niños, los espero en casa”, “Él no dijo eso, lo dije yo”…
Enclíticos. Clíticos que van unidos a un verbo y se escriben después de él. Ejemplos: “Dímelo”, “Dime que iremos”, “Díselo”, “Dilo“, “Debo hacerlo sin ayuda”, “Dáselas”, “Ayúdame”, “Vete a limpiar tu cuarto”, “Dígannos”, “Hazlo”, “Siéntense”, “No sólo debes quererla, también demostrárselo”, “Hágase la luz”, “Al mirarlo, sonrió”, “Tienes que llevárselo”…
Proclíticos. Clíticos que se escriben separados del verbo y van antes de él. Ejemplos: “Te vi en el restaurante ayer”, “¡Lo hice!”, “Te lo dije”, “Me lo dijo”, “Lo dijo”, “Me encanta”, “Se fue”, “Te dio una manzana”, “Ahora me arrepiento”, “Nos contó un cuento”, “Se lavó las manos”, “Lo dijo porque se lo exigieron”, “Quizá lo consiga”, “Les dio dos”, “Te lo advierto: me voy”, “Que te vaya bien”, “No lo hagan, muchachos”…

Pronombres reflexivos
Los pronombres personales reflexivos sirven para referenciar una acción realizada por el sujeto y además recae directamente sobre él.
me, nos, te, se, mí, conmigo, ti, contigo, usted, sí, consigo, nosotros. |
Ejemplos: “Me sorprende tu respuesta”, “María se peinaba”, “Si necesita algo, hable conmigo”, “Se suscribió a la revista”, “Nos los trajeron esta mañana”, “La atraje hacia mí con suavidad”, “Tu hermano sólo piensa en sí mismo”, “Siempre te ayuda la confianza [que tú tienes] en ti mismo”.

Pronombres numerales
Indican con precisión cantidades o posiciones refiriéndose a los sustantivos sin mencionarlos.
Cardinales | uno, dos, mil, cuarenta y cinco… |
Ordinales | primero, octavo, décimo tercera |
Multiplicativos | doble, triple, cuádruple… |
Partitivos | medio, mitad, tercio, treceava… |
Ejemplos: “Quiero dos”, “Tengo el doble que tú”, “Te doy la mitad”, “Tienes un litro de leche, ponle un tercio al licuado”, “¡Te amo al quíntuple!”, “Subí al quinto”.

Pronombres relativos
A diferencia de otros pronombres, los relativos enlazan oraciones.
que (lo que, los que, la que, las que, el que), quien, quienes, cual (el cual, la cual, lo cual, los cuales, las cuales), cuyo, cuya, cuyos, cuyas, donde, cuando, cuanto, cuanta, cuantos, cuantas… |
Que (lo que, la que, sus plurales y el que). Ejemplos: “El señor que vestía camisa a cuadros (El señor vestía camisa a cuadros) era mi tío (El señor era mi tío)”, “La clase de español, que empezaba a las 17:00, se suspendió” o “El disco que compré me encanta”, “Te quiero decir que te quiero”.
Lo que (refiere a una situación y puede ir con o sin preposición). Ejemplos: “Lo que has dicho no tiene sentido”, “Con todo lo que te he enseñado ya puedes arreglar un coche” o “No recuerdo bien lo que pasó”.
La que. No hay un antecedente expreso. Ejemplo: “La que vi ayer es mi película favorita”. También puede llevar una preposición antes. Ejemplo: “La chica sobre la que te hablé fue mi novia” o “La foto con la que gané el premio la tomé aquí”.
El que. Si no lleva preposición adquiere modo explicativo y va entre comas. Ejemplo: “Mi primo Pedro, el que es actor, saldrá en una nueva serie de televisión”. Cuando aparece junto a su antecedente lleva una preposición. Ejemplo: “El museo del que te hablé está en esa calle” o “El museo al que fui es el de Antropología”. No hay un antecedente expreso y funciona como sujeto. Ejemplo: “El que me enseñó a nadar fue mi padre”. Puede llevar una preposición antes. Ejemplo: “El hombre con el que llegó me parece familiar”.
Quien (refiere a personas o a entes personificados). Funciona como “el que”, “la que” y por lo general va con preposición. Ejemplo: “El maestro con quien (el que) tienes que hablar es él”. “La chica a quien (a la que) saludé fue mi compañera en la prepa” o “Quien (el que) no conoce a mi prima, no sabe lo que es bailar”. Se usa de sujeto sólo en refranes o frases hechas. Ejemplo: “Quien no trabaja, no come”.
Quienes (refiere sólo a personas). Por lo general va con preposición. Ejemplos: “Admiro mucho a quienes ayudan a los demás”, “Mis amigas, con quienes hablabas, son muy amables” o “Los primos de quienes te platiqué son ingenieros”.
Cual (el cual, la cual, lo cual y sus plurales). El cual. Siempre va con antecedente y detrás de preposición. Ejemplos: “El motivo por el cual estoy aquí eres tú” o “Ningún alumno salió bien en el examen, el cual fue difícil”. Cuando aparece junto a su antecedente lleva una preposición. Ejemplo: “El joven del cual te hablé es veterinario”. La cual. Ejemplos: “Hallamos un piedra en la cual había varios jeroglíficos”, “El hombre pidió una cerveza, la cual bebió de un solo trago” o “La novia de mi amigo, la cual (evita una ambigüedad) vive en Sonora, habla francés”. Las cuales. Ejemplos: “Las personas por las cuales tienes este trabajo te admiran” o “El gobernador recibió a las señoras, las cuales habían pedido audiencia”. Lo cual. Ejemplos: “La escalera está floja, lo cual no es bueno” o “Pedrito rompió el vaso, lo cual enojó a sus padres”. Los cuales. Ejemplos: “Tienes cinco pesos, los cuales, por cierto, son míos” o “Los peldaños, por los cuales subimos, eran muy angostos”.
Cuyo, cuya, cuyos, cuyas (indican posesión y siempre mantienen concordancia con la posesión, nunca con el poseedor). Ejemplos: “Tengo una amiga cuyo (su) perro se llama Firulais”, “Los hijos cuyos padres sean honestos, también lo serán” o “Mi amigo cuya madre canta me invitó un café”.
Donde (alude a lugares). Ejemplos: “Esta es la cabaña adonde (a la que vamos) siempre” o “Este es el árbol donde (en el que, en el cual) le declaré mi amor”.
Cuando (expresa tiempo). Ejemplos: “Aquel día, cuando te conocí, fui muy feliz” o “Retornar a las clases presenciales dependerá de la fecha cuando (o en la que) se determine el semáforo verde”.
Cuanto, cuanta, cuantos, cuantas (desempeñan una función sintáctica en la oración subordinada que introducen). Ejemplo: “Desprecia cuanto ignora”.
Acentuación de los pronombres relativos
Los pronombres relativos que, quien, como, cuando y donde no llevan tilde si pueden sustituirse por las variantes “el que”, “la que” o “lo que”, “el cual”, “la cual” o “lo cual”. Ejemplos: ¿Recuerdas la fiesta donde (en la que o en la cual) nos presentaron?”, “No hay otro lugar por donde (por el que, por el cual) empezar”, “Cuando quieras a una persona con quien (con la que, con la cual) compartir tu vida, no me busques” o “Habrá que eficientar el modo como (en el que, en el cual) producimos nuestros autos”.
Tampoco llevan tilde en expresiones que contienen palabras como “alguien” o “nadie”. Ejemplos: “Necesitamos alguien a quien preguntar” o “No tenía a nadie en quien apoyarse”.
En cambio, pueden escribirse con tilde o sin ella según se perciban como interrogativos o relativos, cuando no hay antecedente expreso y son precedidos por verbos como “tener”, “haber”, “buscar”, “necesitar” o “encontrar”. Ejemplos: “Tener a quién parecerse”, “Tener quien supervise el aprendizaje”, “Sale a la farmacia porque no tiene quien le compre medicamentos”, “Cuando las cosas salen mal, no hay dónde esconderse”, “Tras la propagación del coronavirus, la gente necesitó con qué entretenerse en casa”, “En cuanto a su pasión por la pintura, sin duda tiene a quién salir”, “Al agravarse la pandemia, todos buscamos a quién culpar” o “No encuentra cómo probar sus argumentos”.
Imágenes: pexels-cottonbro, arthouse-studio, pixabay, pexels-energepiccom, cottonbro, Lisa, Alex Night, Ryutaro Tsukata en pexels, Vadim B. Fuentes: Academia Mexicana de la Lengua, Fundéu, Ortografía de la lengua española.