La ortografía forma parte de la gramática y es el conjunto de las normas que regulan la escritura de una lengua.
Sus reglas establecen el modo convencional de representar los sonidos (fonemas) por medio de letras (grafemas) y otros signos. Y es que cada fonema se podría representar de manera muy variada. El Diccionario del Español de México (DEM) pone como ejemplo el fonema / x /, que se escribe con x en el nombre de México, con j en jícama y con g en gente.
Debido a esta arbitrariedad, surgirían casi tantos sistemas de escritura como hablantes hubiera, de ahí que la ortografía “es producto del interés por fijar las relaciones entre fonemas y letras de una manera uniforme para hacer más sencilla y eficaz la comunicación escrita entre todos los miembros de la comunidad lingüística”, señala el DEM.

Los signos ortográficos, de acuerdo con el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española, son en general todas aquellas marcas gráficas –no números ni letras– que se emplean para contribuir a la adecuada lectura e interpretación de los textos escritos.
Entre ellos, los signos de puntuación tienen la función de marcar las pausas y la entonación, organizar el discurso para facilitar su comprensión, evitar ambigüedades y señalar el carácter de ciertos fragmentos de texto (incisos, citas, diálogos…). Los principales son la coma, comillas, corchetes, los dos puntos, los signos de interrogación y exclamación, los paréntesis, el punto, los puntos suspensivos, el punto y coma, y la raya.
Otros signos ortográficos que también se emplean son los auxiliares: apóstrofo, asterisco, la barra diagonal, diéresis, guion, la llave, el párrafo y la tilde.

La ortografía española fue regulada por primera vez a finales del siglo XV en la “Gramática de la lengua castellana” (1492) de Antonio de Nebrija, obra dedicada al estudio de la lengua castellana y sus reglas, sin embargo la llamada ortografía nebrisense sólo se refería al uso de las letras. Sería hasta mediados del siglo XVIII cuando recibiría un tratamiento más académico en la “Ortografía de la lengua castellana” de la Real Academia Española, al incluir la puntuación y los acentos en el mismo grado de importancia, considerando a la escritura de manera más integral.
Imágenes: cottonbro, pexels-pixabay. Fuente: La evolución de la ortografía española: de la ortografía de “las letras” a la ortografía “de los signos de la escritura”. Juan Martínez Marín. Universidad de Granada.