Los textos bien corregidos siempre ayudan a cualquier propósito, y un buen comienzo es estar en el lugar correcto.

Gramática

Ortografía

Redacción

by | Nov 11, 2020 | Ortografía

Ortografía o las normas para el modo correcto de escribir

La ortografía forma parte de la gramática y es el conjunto de las normas que regulan la escritura de una lengua.

Sus reglas establecen el modo convencional de representar los sonidos (fonemas) por medio de letras (grafemas) y otros signos. Y es que cada fonema se podría representar de manera muy variada. El Diccionario del Español de México (DEM) pone como ejemplo el fonema / x /, que se escribe con x en el nombre de México, con j en jícama y con g en gente.

Debido a esta arbitrariedad, surgirían casi tantos sistemas de escritura como hablantes hubiera, de ahí que la ortografía “es producto del interés por fijar las relaciones entre fonemas y letras de una manera uniforme para hacer más sencilla y eficaz la comunicación escrita entre todos los miembros de la comunidad lingüística”, señala el DEM.

Los signos ortográficos, de acuerdo con el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española, son en general todas aquellas marcas gráficas –no números ni letras– que se emplean para contribuir a la adecuada lectura e interpretación de los textos escritos.

Entre ellos, los signos de puntuación tienen la función de marcar las pausas y la entonación, organizar el discurso para facilitar su comprensión, evitar ambigüedades y señalar el carácter de ciertos fragmentos de texto (incisos, citas, diálogos…). Los principales son la coma, comillas, corchetes, los dos puntos, los signos de interrogación y exclamación, los paréntesis, el punto, los puntos suspensivos, el punto y coma, y la raya.

Otros signos ortográficos que también se emplean son los auxiliares: apóstrofo, asterisco, la barra diagonal, diéresis, guion, la llave, el párrafo y la tilde.     

La ortografía española fue regulada por primera vez a finales del siglo XV en la “Gramática de la lengua castellana” (1492) de Antonio de Nebrija, obra dedicada al estudio de la lengua castellana y sus reglas, sin embargo la llamada ortografía nebrisense sólo se refería al uso de las letras. Sería hasta mediados del siglo XVIII cuando recibiría un tratamiento más académico en la “Ortografía de la lengua castellana” de la Real Academia Española, al incluir la puntuación y los acentos en el mismo grado de importancia, considerando a la escritura de manera más integral.

Imágenes: cottonbro, pexels-pixabay. Fuente: La evolución de la ortografía española: de la ortografía de “las letras” a la ortografía “de los signos de la escritura”. Juan Martínez Marín. Universidad de Granada.

¿Qué es la gramática?

Esta rama de la lingüística estudia la estructura del lenguaje o de una determinada lengua; todos sus distintos elementos y combinaciones, la manera en que se relacionan para formar textos y los significados de ellas. Es decir, cómo están constituidos los escritos y el sistema que permite crearlos e interpretarlos.

Comprende dos áreas principales: la morfología (la estructura de las palabras, cómo se han formado, y sus variaciones internas, por ejemplo su clasificación en sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios, preposiciones…) y la sintaxis (la manera en que estas palabras se combinan, su disposición lineal en oraciones y los significados que permiten).

Una correcta sintaxis evita vicios del lenguaje como ambigüedades (frases o interpretaciones que tienen más de una interpretación), cacofonías (repetición exagerada de un mismo sonido en una frase), barbarismos (pronunciar o escribir mal las palabras, o utilizar vocablos impropios), modismos (usar frases hechas cuyo significado no es posible deducir), solecismos (alteraciones en el orden sintáctico), entre otros, a fin de formar expresiones y conceptos claros.

La fonética, por su parte, mediante un alfabeto, ortografía o sistema de transcripción trata de establecer idealmente una relación biunívoca (uno a uno) entre los sonidos del habla y su representación gráfica. Un fonema es representado por un grafema y siempre se manifiesta únicamente por él, aunque hay varias excepciones en el español, como la “h”, que no representa a ningún fonema, pero recientes préstamos de otras lenguas, como “hámster”, la expresan con un sonido aspirado. O el caso del fonema “k”, al que le corresponden tres grafemas distintos, “c”, “q” o “k”, como en “corazón”, “quiosco” o “kilo”. La “x”, en su caso, se pronuncia como “ks” en “taxi”.

En un punto de vista más general, podría decirse que hay tres tipos de gramática: la que por su uso natural conoce cualquier nativo de una lengua; la descriptiva, que no entra en consideraciones de qué es lo correcto o no, sino sólo toma nota de una lengua tal como la usan los hablantes, con todas sus variaciones; y la normativa, de la que hemos hablado más arriba.

Cuando revisa un texto, el corrector de estilo percibe erratas, errores de concordancia, fallas de puntuación, aplica recursos tipográficos, unifica criterios (corrección ortotipográfica), errores de contenido (corrección de concepto, según la temática), aumenta la riqueza del vocabulario, señala vicios del lenguaje y cuida la coherencia y claridad de ideas, la fluidez y el goce de la lectura, siempre respetando la manera de redactar del autor. No es una labor fácil, por ello se requiere de experiencia y conocimiento.

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