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by | Jun 11, 2021 | Gramática

Verbos, cómo se conjugan

Los verbos expresan una acción y lo pueden hacer en distintos tiempos; son la categoría gramatical más variable, y constituyen el núcleo del predicado. Los hay de varios tipos:

Verbos auxiliares

Con ellos se forman los tiempos compuestos (el participio de un verbo precedido por el auxiliar “haber”, como en “He amado”, “Había terminado”), la pasiva perifrástica –oración pasiva en que el verbo “ser” funciona como auxiliar del participio de otro verbo– (“Las escritoras fueron premiadas”, “fui galardonado”) y las perífrasis verbales, la unión de dos o más verbos que fungen como núcleo del predicado.

Verbos copulativos

Sirven de unión entre un sujeto y un atributo; son los verbos “ser”, “estar” y “parecer”, y se caracterizan porque el atributo puede ser sustituido por el pronombre neutro “lo”. Ejemplos: “Pedro es inteligente [lo es]”, “La plática fue interesante [lo fue]”, “El enfermo está tranquilo [lo está]”, “Pareces cansado [lo pareces]”. 

Excepto los copulativos, el resto de verbos son predicativos, es decir, tienen significado pleno y muestran acciones de un sustantivo. Ejemplos: “El camión transporta alimentos”, “Ignacio volvió de su trabajo”, “José duerme”.

Verbos irregulares

No se ajustan en todas sus formas al modelo de conjugación que les correspondería por su terminación (pensemos en el verbo “amar”). Por ejemplo verbos como “nevar”, que en presente es “nieva” y no “neva”, o “conducir”, que en pretérito es “conduje” y no “conducí”, entre otros.

Verbos pronominales

La acción siempre se ejerce sobre su propio sujeto. Esta estructura les otorga otros matices significativos o expresivos a verbos como “caer” (“caerse”), “morir” (“morirse”) o “quejar” (“quejarse”). Algunos son exclusivamente pronominales: “arrepentirse” o “vanagloriarse” no existen en el diccionario de la RAE como “arrepentir” o “vanagloriar“. 

Verbos transitivos e intransitivos

Los verbos transitivos admiten o requieren un complemento directo para que la oración tenga sentido completo. Ejemplo: “Los invitamos [a seguir informados]” –a veces el complemento directo es introducido por la preposición “a”–.

El complemento directo de los transitivos es posible sustituirlo con los pronombres átonos lo(s), la(s): Los invitamos”. Otro ejemplo: “¿Ya alimentaste [al gato]?” / “¿Lo alimentaste?”. Otros verbos transitivos son “seguir”, “dar”, “regalar”, “besar”, “querer”, “comprar”, “romper” (“El golpe rompió [la ventana]” / “El golpe la rompió”) o “aprobar” (“Lucía aprobó [el examen]” / “Lucía lo aprobó”), etcétera.

Los verbos intransitivos por sí mismos tienen un sentido completo, por lo que no requieren de un complemento directo. Ejemplos: Nos fuimos caminando [al mercado] [por la vereda]”, “El caballo corrió [como un campeón]”, “Eduardo tosió [porque se atragantó]” , “Ya nació [y fue una hermosa niña]”, “No ha llovido [esta semana]”, “Ayer me dormí [muchas horas]”, y muchos más.

Hay algunos verbos que admiten ambas opciones. Por ejemplo,requerir” es un verbo transitivo cuando significa ‘necesitar algo’ (“Se requieren [miles de pesos para arreglar el pozo]”) e intransitivo si va seguido de la preposición “de” (“Requiere de cuidados”). “Iniciar” puede ser transitivo (“México inicia la vacunación de la tercera dosis” / “El peso mexicano inicia la jornada con ligero avance”) o intransitivo pronominal (“Con amplia asistencia de jóvenes se inicia [se inició] la aplicación de la tercera dosis” / “La celebración navideña se inicia el viernes con el alumbrado”), pero no sólo intransitivo al comienzo de una oración: es más adecuado alternarlo con “empezar”, “comenzar” o “abrir”. La Fundéu da estos ejemplos: “La suerte está echada: inicia empieza el Mundial”, “[Se] Inicia el envío de pasaportes”, “Inicia Comienza la Feria Nacional Agropecuaria 2025”.

Otros pueden pasar de unos a otros, por ejemplo el verbo intransitivo “quedar” al transitivo  “quédatelo” o “quédate con él/ella”.

Conjugación de los verbos

En su sentido morfológico, los verbos experimentan modificaciones en su forma para expresar número y persona, tiempo y modo.

Número y persona

Los verbos pueden estar en singular o en plural de acuerdo con las personas del discurso. Tomemos como ejemplo el verbo “cantar”. La primera persona se refiere o incluye al hablante (en singular, yo canto; en plural, nosotros cantamos), la segunda persona se refiere o incluye al oyente (en singular, tú cantas; en plural, ustedes cantan) y la tercera persona se refiere o incluye a quien no es el hablante ni el oyente (en singular, él/ella canta; en plural, ellos/ellas cantan).

También hay formas no personalesinfinitivo (cantar), participio (cantado) y gerundio (cantando)– pues no señalan de modo específico a la persona que realiza la acción.

Tiempo

Esta variación de los verbos se refiere al momento en que se sitúa el hablante. Hay tres tiempos básicos: presente (un hecho sucede en el momento, yo canto…), pasado o pretérito (el hecho ha sucedido, yo canté…) y futuro (el hecho sucederá, yo cantaré…).

Las formas verbales pueden ser simples (una palabra) o compuestas (dos palabras: un verbo auxiliar “haber” y el participio de otro verbo).

Hay participios regulares (su terminación es -ado, -ido) y se emplean para la conjugación en tiempos compuestos (he freído) y en voz pasiva (fue freído)– e irregulares (-to, -cho, -so, -do), usados para adjetivos (adscrito, visto, frito; dicho, satisfecho, hecho; impreso, podrido) con sus derivados en género y número (papas fritas).

Modo

Indica la actitud del hablante. Los verbos se conjugan en cuatro modos: indicativo, subjuntivo, condicional e imperativo.

Verbos en modo indicativo

El indicativo refiere situaciones reales.

Tiempos simples

Presente del indicativo (yo canto…­). Expresa situaciones que acontecen en el momento en que se habla (“Juan interpreta una melodía”, “¿A quién esperas?”, “Veo que viene mi prima”), hábitos (“A diario camino dos kilómetros en el parque”, “Maribel nunca desayuna antes de irse”), órdenes (“Ahora mismo vas a casa de Raúl y traes el libro que le prestaste”) o hechos conocidos (“Los planetas giran alrededor del Sol”).

Pretérito imperfecto/copretérito del indicativo (yo cantaba). Expresa situaciones del pasado sin conclusión definida (“Los niños jugaban en la calle”, “Ellos compraban helados”), acciones habituales del pasado (“Marisela recortaba muñecas de papel”, “Mi tía me daba dulces cuando la visitaba”, “Raúl vendía fruta después de clases”, “Omar leía historietas cuando era pequeño”) o detalles del pasado (“Mi primer novio era muy guapo, tenía el cabello tan negro como la noche”, “En Acapulco hacía mucho calor, pero después llovía mucho”).

Pretérito perfecto/pretérito del indicativo (yo canté…). Expresa situaciones del pasado ya concluidas (“Por fin terminé mi tarea”, “Anoche vimos una película”, “La semana pasada estudiamos los verbos”, “¿Qué pasó aquí?”).

En ocasiones ambos pretéritos se encuentran en una misma frase. Ejemplo: “Cuando circulábamos por la avenida, de pronto nos detuvo la patrulla”.

Futuro simple/futuro (yo cantaré…). Expresa situaciones que sucederán o podrían suceder (“Le hablaré por teléfono la próxima semana”, “Dijo que hablará mañana”, “Ya verá que tengo razón”) e incluso especulaciones en presente (“—Miguel Ángel, ¿qué hora será? —Serán las 4 p. m.”.

Tiempos compuestos

Pretérito perfecto/antepresente del indicativo (he cantado). Lo conforman el presente del verbo auxiliar haber (he, has, ha, hemos, han) y el participio del verbo que se trate. Expresa una acción recién realizada. Ejemplo: “Hoy he comido mucho pastel”.

Pretérito anterior/antepretérito del indicativo (hube cantado…). Es un tiempo ya en desuso. Lo conforman el pretérito perfecto del verbo auxiliar haber (hube, hubiste, hubo, hubimos, hubieron) y el participio del verbo que se trate. Expresa una acción inmediatamente anterior a la descrita también en pasado. Ejemplo: “Después de que hubimos comido, le dolió el estómago”.

Pretérito pluscuamperfecto (había cantado…). Lo conforman el pretérito imperfecto del verbo auxiliar haber (había, habías, había, habíamos, habían) y el participio del verbo que se trate. Ejemplo: “Cuando llegué al examen, ya todos habían terminado de responderlo”.

Futuro compuesto (habré cantado…). Lo conforma el futuro simple del verbo auxiliar haber (habré, habrás, habrá, habremos, habrán) y el participio del verbo que se trate. Ejemplo: “Mañana a estas horas habremos ganado el partido”, “Con el triunfo, seguro te habrás convertido en el máximo goleador”.

Verbos en modo subjuntivo

El subjuntivo refiere situaciones hipotéticas, irreales, que no se sabe si suceden o sucederán.

Pueden estar expresadas en presente, pretérito imperfecto, pretérito pluscuamperfecto o futuro, y en las oraciones complejas, la primera parte ir en indicativo (Te aconsejo…) y la segunda en subjuntivo (…que vayas al médico).

Es posible identificar el subjuntivo por palabras o frases que lo preceden, como las siguientes: “Quizá sea demasiado tarde”, Ojalá ganes el concurso”, Probablemente vaya de vacaciones”, “Tal vez no esté en casa”, “No creo que debas ir”, “Aunque quieras llegar temprano, va a ser imposible”, “Es mejor que la llames”, “Es peor que no digas la verdad”.

Presente del subjuntivo. Expresa sentimientos, probabilidades, acciones inciertas, deseos, dudas; puede referirse tanto al presente como al futuro. Ejemplos: “Estoy aburrido, ojalá mis amigos tengan un plan para esta tarde”, “¡Que te diviertas!”, “Es vergonzoso que no se pongan de acuerdo”, “Me sorprende que venga mi prima”, “Es posible que mañana llueva”, “No sé si la niña esté llorando”, “Me alegra que hayas venido”, “Mi papá quiere que yo cante” (“yo canto”, sería presente de indicativo), “Te aconsejo que pienses bien lo que vas a decir”, “Espero que ahora estudies todos los días”, “Quiero que pongas atención”, “Cuando lo sepa, te lo cuento”.

Pretérito imperfecto del subjuntivo. Indica una acción hipotética que debió realizarse. Tiene dos posibles terminaciones (trabajara/trabajase, hubiera/hubiese) a partir del pretérito indefinido. Ejemplos: “Mi profesor me pidió que trabajara más”, “Te prohibí que vieras ese programa”, “Ojalá algún día hicieras caso”, “Ojalá ganara la lotería”, “Me gustaría que te dieran más tiempo”, “Si yo supiera la verdad, te lo diría”, “Si hablaras más bajo, nadie se habría enterado”, “Yo quisiera ser cantante de ranchero”, “¿Quisiera algo más el señor?”, “Me prohibió que siguiera bebiendo”, “Me alegró que fueras a verla”, “Ojalá no fueras tan impuntual”, “Era imposible que Juan encontrara la pelota”, “Mi mamá me dijo que regresara temprano”, “Me hubiera gustado ir al concierto”, “Mis padres querían que yo estudiara medicina”. Se puede utilizar para expresar pasado (“Ayer quería que me ayudaras”), presente (“Nos pidieron que trajéramos las cervezas”) y futuro (“Me gustaría que fuéramos al cine”.

Pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo. Sirve para expresar un pasado que nos hubiera gustado sucediera de otra manera (pesares, lamentos, remordimientos, arrepentimientos) y se construye con el verbo auxiliar haber en pretérito imperfecto de subjuntivo (hubiera) más un participio (estado, sido, salido, puesto, roto, escrito…). Ejemplos: “Siento mucho que no te hubieran invitado a la fiesta”, “Si hubieras llegado antes, habrías conocido (condicional perfecto de indicativo) a mi tía”, “Ojalá me hubiera tocado la lotería”.

Futuro del subjuntivo. Es poco utilizado (aparece en frases hechas o documentos jurídicos) y expresa una acción hipotética no acabada en el futuro. Hay dos tipos, simple (llegare, tuviere, cantare, trabajare) y compuesto (hubiere cantado, hubiere dicho, hubiere trabajado). Ejemplos: “Allá donde fueres has lo que vieres”, “El que matare a otro, será juzgado”.

Verbos en modo condicional

Condicional. Para construirlo, en los verbos regulares se aplica el infinitivo (“hablar”, por ejemplo) más las terminaciones ía, ías, íamos, ían (yo hablaría, tú hablarías…); en los irregulares, aunque cambia la raíz del verbo, se utilizan las mismas terminaciones (haber: habría, poder: podría, saber: sabría, decir: diría, hacer: haría, querer: querría, poner: pondría, salir: saldría, tener: tendría, valer: valdría, venir: vendría).

Este modo verbal del indicativo tiene varios usos para favorecer la comunicación, como al expresar cortesía –“¿Podría decirme dónde está la estación?” (en presente de indicativo sería “¿Puede decirme dónde está la estación”?, que es la misma petición, sin embargo más directa, menos cordial), “No le entendí, “repetiría lo que dijo?–, dar sugerencias o consejos –“Para tocar mejor, deberías practicar más”,  “Si yo fuera tú, cambiaría la chapa de la puerta”, “Habría que saber si puede recibirte hoy”– o manifestar posibilidades, situaciones imaginarias, deseos y preferencias –“Contigo me iría al fin del mundo”, “Me gustaría tomar algo caliente”, “Me encantaría conocer México”, “Querría con un poco de leche deslactosada”, “Creo que serías un gran abogado”, “Yo trabajaría mejor con un café caliente”, “Pensé que comerías en mi casa hoy”, “Juan me dijo que ayer comprarías las entradas al cine”–.

Verbos en modo imperativo

Imperativo. Este modo expresa verbos como mandato u orden, permiso, pedir objetos o acciones, o llamar la atención; sólo existe en presente y no tiene primera persona del singular (yo). Ejemplos: Ve a la tienda y compra un refresco/Vaya a la tienda y compre un refresco”, “Utiliza la cafetera cuando quieras”, “Cierra la puerta, por favor”, “Disculpe, ¿qué hora tiene?”. La conjugación se realiza con tres personas gramaticales –(tú) come, (usted) coma, (ustedes) coman; di, diga, digan; comienza, comience, comiencen; bañarse (verbo pronominal): báñate, báñese, báñense/levántate, levántese, levántense–. También tiene su versión prohibitiva (imperativo negativo) y se forma con la partícula “no” y el presente del subjuntivo (no comas, no coma, no coman; no digas, no diga, no digan; no comiences, no comience, no comiencen; no te bañes, no se bañe, no se bañen. Ejemplos: “—¿Pido un taxi para ir al centro? —No lo tomes, hay mucho tráfico”, “—¿Compro refrescos en la tienda? —No los compres, aquí tenemos”.

Verbos impersonales

También llamados defectivos, por lo general corresponden a fenómenos naturales y momentos del día. No hay un sujeto o sustantivo que lleve a cabo la acción. Se conjugan en tiempos (no en todos) pero sólo en tercera persona del singular (el/ella). Ejemplos:

Llover“Casi nunca llueve por acá”
Lloviznar“Cuando no llueve, llovizna
Tronar“Ya va a llover, truena muy fuerte”
Granizar“Mira, no sólo llovió, también granizó
Nevar“Por aquí nieva muy poco”
RelampaguearRelampaguea como si se acabara el mundo”
AmanecerAmanece y las flores comienzan a abrirse”
Atardecer“Ojalá atardezca con buen clima”
Anochecer“El próximo mes anochecerá más temprano”

El verbo haber tiene una forma impersonal: “hay”. Ejemplos: Hay mucha gente en el mercado”, “Hay tráfico en la avenida”, “En este museo hay increíbles objetos”.

Y al actuar como impersonal, no se escribe en plural (“han habido cambios”).

El verbo hacer también puede emplearse de manera impersonal. Ejemplos: “Hoy hace bastante calor”, “Se me hace que no me crees”, “Hace mucho tiempo que no te veo”. Igual ser (“Ya es muy tarde”, “Es una pena que no podamos vernos”, “Es importante acabar el trabajo”, “Puede ser que llegue tarde”), estar (“Ayer estaba soleado”, “Está mal engañar a la gente”) o dar (“Da gusto escucharte hablar”).

Al agregar la partícula “se” algunos verbos se vuelven impersonales: Se observa un objeto en el cielo”, “Siempre en tu casa se come bien”, “Se trata de hacer lo mejor”, “Se dice que sí fue robo”.   

Hay otros verbos terciopersonales (sólo se conjugan en tercera persona) que se refieren a sucesos, no a personas, como acontecer. Ejemplo: “El accidente aconteció por la noche”.

Verbos parasintéticos

Estos verbos son compuestos por un prefijo y un sufijo que se anteponen o posponen a un sustantivo o adjetivo. Ejemplos: “muralla (sustantivo) /a (prefijo)-murall-ar (sufijo)”, “burgués / a-burgues-arse“, “grasa / en-gras-ar“, “campana / a-campan-ar“, “catarro / a-catarr–ar“, “tono / en-ton-ar“, “chile / en-chil-ar“, “cobarde (adjetivo) / a-cobard-ar“, “gigante /a-gigant-ar“, “loco / a-loc-ar“, “grande / a-grand-ar“, “ligero/ a-liger-ar“, “chico / a-chic-ar“, “flojo /a-floj-ar“, “largo / a-larg-ar“, “hondo /a-hond-ar“, “botella / em-botell-ar“. En ocasiones incluyen el interfijo ec: “sordo /en-sord-ec-er“, “mudo / en-mud-ec-er“, “pequeño / em-pequeñ-ecer“.

A diferencia, los verbos derivados se forman directamente sobre un sustantivo u otro verbo. Ejemplos: “peine / pein-ar”, “lija / lijar”, “teléfono /telefon-ear”, “vivir /sobre-vivir, des-vivir”.

Sabías que…

El aspecto verbal es una categoría que expresa cómo visualizamos el evento que describe la oración. Si el evento es visto desde la perspectiva de alguno de sus límites (comienzo, final o totalidad), se trata de un evento cerrado o perfectivo (He dicho); si, por el contrario, es visto en su desarrollo, se trata de un evento abierto o imperfectivo (Yo digo).

Los marcadores temporales indican en qué momento se realiza la acción, ya sea presente (“Puede que Valeria esté ya en casa”) o futuro (“Puede que Valeria venga mañana a casa”).

Imágenes: Dazzle Jam/pexels, pexels-Ekaterina-Bolovtsova, pexels-pixabay. Fuentes: RAE, Fundéu, Diccionario panhispánico de dudas.

¿Qué es la gramática?

Esta rama de la lingüística estudia la estructura del lenguaje o de una determinada lengua; todos sus distintos elementos y combinaciones, la manera en que se relacionan para formar textos y los significados de ellas. Es decir, cómo están constituidos los escritos y el sistema que permite crearlos e interpretarlos.

Comprende dos áreas principales: la morfología (la estructura de las palabras, cómo se han formado, y sus variaciones internas, por ejemplo su clasificación en sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios, preposiciones…) y la sintaxis (la manera en que estas palabras se combinan, su disposición lineal en oraciones y los significados que permiten).

Una correcta sintaxis evita vicios del lenguaje como ambigüedades (frases o interpretaciones que tienen más de una interpretación), cacofonías (repetición exagerada de un mismo sonido en una frase), barbarismos (pronunciar o escribir mal las palabras, o utilizar vocablos impropios), modismos (usar frases hechas cuyo significado no es posible deducir), solecismos (alteraciones en el orden sintáctico), entre otros, a fin de formar expresiones y conceptos claros.

La fonética, por su parte, mediante un alfabeto, ortografía o sistema de transcripción trata de establecer idealmente una relación biunívoca (uno a uno) entre los sonidos del habla y su representación gráfica. Un fonema es representado por un grafema y siempre se manifiesta únicamente por él, aunque hay varias excepciones en el español, como la “h”, que no representa a ningún fonema, pero recientes préstamos de otras lenguas, como “hámster”, la expresan con un sonido aspirado. O el caso del fonema “k”, al que le corresponden tres grafemas distintos, “c”, “q” o “k”, como en “corazón”, “quiosco” o “kilo”. La “x”, en su caso, se pronuncia como “ks” en “taxi”.

En un punto de vista más general, podría decirse que hay tres tipos de gramática: la que por su uso natural conoce cualquier nativo de una lengua; la descriptiva, que no entra en consideraciones de qué es lo correcto o no, sino sólo toma nota de una lengua tal como la usan los hablantes, con todas sus variaciones; y la normativa, de la que hemos hablado más arriba.

Cuando revisa un texto, el corrector de estilo percibe erratas, errores de concordancia, fallas de puntuación, aplica recursos tipográficos, unifica criterios (corrección ortotipográfica), errores de contenido (corrección de concepto, según la temática), aumenta la riqueza del vocabulario, señala vicios del lenguaje y cuida la coherencia y claridad de ideas, la fluidez y el goce de la lectura, siempre respetando la manera de redactar del autor. No es una labor fácil, por ello se requiere de experiencia y conocimiento.

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